Hacen facturas en Word o Excel, algunos las guardan en carpetas y otros pagan una herramienta aparte solo para facturar (¿wtf?). Y luego, claro, también pagan al gestor. No tienen claro qué condiciones aplicar según su actividad, se lian con clientes extranjeros… Y lo peor: con Verifactu tendrán que usar sí o sí una herramienta digital (aunque nadie les ha explicado cómo).
Facturas sin errores desde la app que quedan directamente guardadas en tu contabilidad y listas para Hacienda. Sin resubir nada. Ves cuáles están pagadas y cuáles pendientes. El 1 de enero con Verifactu ya integrado.
Guardan tickets en carpetas plastificadas, o los mandan por WhatsApp, email o a un Drive del gestor. A veces desordenado. Cuando les rechazan un gasto, no entienden por qué… pero ya da igual, porque queda poco para la declaración y lo dejaron para el final.
Los gastos no se persiguen: se guardan solos. Pagas con Selfers y ya aparecen en tu contabilidad. Si hay ticket, una foto y listo.
No conocen bien sus deducciones. Muchas veces tienen que preguntar si algo es deducible o no, y a veces necesitan la respuesta al instante para saber si pueden permitirse ese producto o servicio en ese momento.
La IA te dice al instante si es deducible según tu actividad. Si dudas, le preguntas directamente.
Cada mes dedican horas a juntar facturas, perseguir papeles, reenviar tickets y buscar correos perdidos. Lo más irónico: pagan para tener gestor, pero son ellos los que hacen la mitad del trabajo. Y al final, siempre se quedan con la sensación de “voy tarde”.
Solo subes gastos y las facturas que no se emiten desde la app. Stripe, Shopify y (pronto) tu propio email lo hacen por ti.
Previsión Fiscal y Financiera
Viven con la incertidumbre de si tendrán suficiente en la cuenta o si Hacienda les pillará en un mes malo. Su única “previsión” es cruzar los dedos hasta que el gestor les manda la cifra, cuando ya no queda mucho margen de maniobra.
Siempre visible en el home, se adapta al momento de cada ingreso o gasto. Cuánto tienes y cuánto declararás. Si retiras de más, te avisa antes.
Dependen del gestor para que las calcule (bien) y las presente. Si el gestor avisa a última hora, cuando ya no hay margen de corrección, es lo que hay. Si algo no se puede corregir, bueno… para el siguiente trimestre. Corren el riesgo de errores humanos.
IA prepara y calcula en segundos, nuestro equipo revisa y presenta. Sin retrasos, con tiempo de sobra.
Pagan de más por un gestor malo, y mucho más por uno bueno (si pueden permitírselo) y con permanencias. Parece asequible hasta que llega cualquier trámite fuera de lo normal: una carta de Hacienda, una inspección, una nueva actividad contable. Ahí es donde llegan los extras.
Tarifa plana sin permanencias. Plan Emergente: 1 actividad. Plan Pro: varias. Nada más.
Viven con el runrún de Hacienda en la cabeza. Les han metido la idea de que ser autónomo es un “coñazo” y ya lo han normalizado. ¿Mejorar? Lo primero que piensan es que tendrán que facturar más. Sienten que no tienen todo el control, que dependen siempre de un tercero al que tienen que perseguir. No lo saben aún, pero esa incertidumbre constante pesa más que las horas que pierden gestionando su actividad.
Control, previsión y paz mental. Eres tú, 100% al mando.